Beneficios de la Masturbación Femenina

Hoy hablaremos de un tema como Beneficios de la Masturbación Femenina.

La masturbación femenina durante siglos fue pasada por alto.

Se dijo en algún momento que la masturbación era sólo cosa de hombres, luego se estigmatizó a la mujer que lo hacía.

Ya que se relacionaba con la ausencia de una pareja o incluso con trastornos como la hipersexualidad.

El autoerotismo femenino, por otro lado, también fue silenciado desde el punto de vista religioso y moral e incluso médico.

Ya que durante mucho tiempo se tuvo la idea que la masturbación inhibía el apetito sexual.

Ya que si se prolongaba a la vida a la vida adulta, era “anormal”.

Sin embargo, gracias a cuantiosos estudios, a finales de los años ‘60, se ha logrado entregar conclusiones más claras.

De los cuales años posteriores se entregaron datos estadísticos muy relevantes acerca de los Beneficios de la Masturbación Femenina.

Los cuales son:

*El 85% de las mujeres que se masturban, lo hacen estimulando el clítoris. Un 20% lo hacen usando algún juguete para la penetración y un 15% lo hace a través de la presión o tensión muscular.

*Un 87% se toca o se frota el clítoris con la mano. El 23% usa la presión del agua de la ducha para la masturbación. Un 21% usa un vibrador y un 16% usa la presión de una almohada.

Los Beneficios de la Masturbación Femenina son varios.

– Se fortalece el piso pélvico

Se trata de los músculos y ligamentos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior y que sostienen los siguientes órganos: vejiga, uretra, útero, vagina y recto.

Esta musculatura se va deteriorando con el paso de los años, pero también puede volverse flácida por un parto, por un aumento significativo de peso, por una cirugía ginecológica, entre otras causas.

Y cuando esto pasa, las mujeres tienden a tener problemas para alcanzar un orgasmo, sequedad vaginal, infección urinaria, dolor durante la penetración (dispareunia) e incontinencia urinaria.

Se ha visto que hay ejercicios específicos como los de Kegel para ellos se recomienda las bolas chinas.Para mantener el piso pélvico tonificado,

– Mejora la cantidad y calidad de los orgasmos

Masturbarse ayuda a conseguir orgasmos más fácilmente, pero además, el autoerotismo es la clave para que una mujer conozca su cuerpo.

Es ella la que debe hacerse cargo de esta exploración y descubrimiento y no delegar esta responsabilidad a un tercero, como su pareja.

La masturbación es una forma de “entrenamiento” para tener una vida sexual mucho más plena y feliz en pareja.

– Aumenta el apetito sexual

Al contrario de lo que se pensó durante mucho tiempo, la masturbación ayuda mucho a tener ganas de tener sexo.

No inhibe ni quita el deseo. Esto se da porque esta práctica ayuda a dar rienda suelta a la imaginación y a liberarse de prejuicios.

– Se alivian algunos dolores crónicos

Como pueden ser las migrañas o incluso los molestos síntomas del síndrome premenstrual.

Esto último ocurriría porque la masturbación permitiría que la sangre fluya a la zona pélvica, lo que provocaría alivio.

Por otro lado, los orgasmos ayudan a relajar a los músculos.

– Ayuda a conciliar un sueño reparador

Para algunas es la cura natural al insomnio o al mal dormir, ya que después de la masturbación, el cuerpo tiende a la relajación total.

Hay investigaciones que han confirmado que después de alcanzar un orgasmo, el córtex cerebral entra en reposo.

Por otro lado, la serotonina, que es la hormona reguladora del sueño, provoca que la prolactina genera una somnolencia.

– Ayuda a la prevención de enfermedades

Se demostró que luego de la masturbación, se activan algunos componentes del sistema inmune.

Hay algunas investigaciones que aseguran que en las mujeres, la masturbación, previene la endometriosis un mal que puede provocar la infertilidad femenina.

También se ha comprobado que la masturbación previene de infecciones urinarias.

– Ayuda a bajar de peso

Otro de los grandes beneficios de la masturbación femenina es que te ayuda a quemar calorías.

– Mejora el autoestima

Una mujer que se masturba es una mujer que comienza a querer su cuerpo, que lo conoce y que entiende que el goce es un derecho.